Mi nieto tiene 4, debe estar por cumplir 5. El tiene un pensamiento mágico, no lineal, para ver las cosas desde su chiquito mundo.

Ayer le pregunté:
—¿De qué color es el caballo blanco de Napoleón?
—Naranjo.
Lo dijo rapidito, sin tanto análisis.
Trate de explicarle el juego de palabras:
—¿De qué color es el b l a n c o de Napoleón?
—Es Na…ran…jo.