La magia es como la fe, una suerte de energía. Se genera, se recicla, se pierde, florece.
La magia le da un swing a nuestras emociones, nos encandila a veces, nos deja dando vueltas como un trompo cucarro en otras.
Mientras escucho música y tecleo, siento esa magia. La tenía dormida. Escribir no solo es un manjar sino es mágico.
Al navegar despierta. Al ilusionarse también. Sin magia no tendrían sentido las cosas, la vida.
Rodéate de magia. Búscala con una farola. Si no la vez vuelve a buscarla. Es un motivo.
